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Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2021 se produjeron 921 siniestros mortales, en los que fallecieron 1.004 personas y otras 3.728 resultaron heridas graves. Lamentablemente nadie está exento de sufrir un accidente de tráfico y por ello es importante conocer qué ocurre cuando las lesiones diagnosticadas en un primer momento, pese a haber sido debidamente indemnizadas, se agravan con el paso del tiempo.

¿Se puede solicitar una nueva indemnización?

Por lo general, todo siniestro trae consigo daños materiales y/o lesiones, bien sean físicas o psicológicas.

Cuando los daños ocasionados son cubiertos en su totalidad con el pago de una indemnización no suele existir problema. Sin embargo, en el supuesto de que las lesiones determinadas en un principio hayan sido compensadas económicamente pero la víctima empeore una vez concluido el procedimiento legal, cabe preguntarse: ¿se puede presentar una nueva reclamación?

En ese sentido, cabe destacar que si la persona que resultó lesionada en el accidente de tráfico es indemnizada pero posterior a ello sufre una agravación de dichas lesiones o incluso surgen otras distintas como resultado del accidente, tiene derecho a intentar una segunda compensación a los fines de recibir un pago como reparación del daño causado.

Para ello, se debe probar a través de medios idóneos el empeoramiento de las lesiones sufridas inicialmente o la aparición de nuevas, debiendo demostrar además lo siguiente:

  1. Que el agravamiento de las lesiones iniciales o la aparición de nuevas lesiones no pudo ser previsible, lo cual impidió su reclamación en un primer momento.
  2. Que existe una relación de causalidad entre el accidente y las lesiones iniciales y, a su vez, de estas con las surgidas con posterioridad.

¿Cuáles son esos medios idóneos?

En primer lugar, se debe contar con el atestado policial, el cual se refiere a aquel documento elaborado por la autoridad competente que recoge todas las actuaciones realizadas y en el que se determinan cada una de las circunstancias que rodearon el hecho.

De igual forma, no está de más aportar aquellas pruebas periciales que hayan sido practicadas en el momento del accidente, como por ejemplo un informe biomecánico en el que se deje constancia de la velocidad del impacto, aunque esto no sea suficiente para acreditar o descartar que la lesión sufrida sea producto del siniestro.

Por último, y tal vez la prueba más importante, es aquella que está conformada por cada uno de los informes médicos y de seguimiento del paciente, en los cuales se deja constancia, de una forma clara y objetiva, de los diagnósticos clínicos como consecuencia del accidente previamente sufrido.

¿Con cuánto tiempo cuenta la persona para hacer el reclamo?

¿Existe un límite de tiempo para reclamar una compensación económica por las lesiones? Para contestar a esta pregunta, en primer lugar debemos acudir a la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor (LRCSCVM), que en su artículo 7.1 establece un plazo de un año para exigir a la compañía aseguradora los daños personales y patrimoniales sufridos por el perjudicado.

Sin embargo, ante la posibilidad de que la persona lesionada quiera una segunda indemnización por la agravación de las lesiones derivadas de un accidente de tráfico o por la aparición de nuevas lesiones, hay que hacer mención a lo que ha dicho el Tribunal Supremo sobre los daños continuados.

El alto tribunal se ha pronunciado en diversas ocasiones puntualizando que los daños continuados son aquellos que no solo se mantienen en el tiempo, sino que se van agravando en cuanto su causa productora no cesa.

Ha añadido además que, en el caso de los daños continuados, la acción de reclamación no prescribe, es decir, no se extingue, siempre y cuando se demuestre que las nuevas lesiones no pudieron conocerse en su momento.

Como vemos, este tipo de casos conllevan un conjunto de detalles que deben ser manejados por profesionales especializados con el fin de que los derechos de las víctimas sean protegidos.

Por eso, recomendamos dejar tu caso en manos de un abogado experto en accidentes de tráfico, como el equipo de Defentis, quienes ofrecen una atención personalizada para diseñar la mejor estrategia.